En el año del conejo de la primera década del siglo XXI,
surgieron por generación espontánea los primeros Héroes de oriente que
sembraron las primeras semillas bufas. Las sembraron trastornados en
luna nueva, en la noche más oscura del frío invierno. Abonaron la tierra
con su sangre, sudor, lágrimas, flemas y mierda verde. Barbecharon el
suelo con sus propios pies descalzos olorosos, callosos y torcidos.
Regaron con aguas blancas y rojas de sus fluidos sagrados los surcos muy
bien trazados. Esperaron bajo la sombra de su propia historia a que
saliera el sol para dar calor. Apenas asomó la primera luz, se
levantaron y siguieron su camino. Su misión estaba cumplida.
De la tierra brotaron cuerpos con rayas blancas y negras, amarrados de pies y manos con redes de pescador, se decían individuos de libre albedrío levantando su báculo de bambú y se ufanaban de su resistencia al dolor. En el año del dragón sembraron nuevas semillas que brotaban de sus granos rojos que daban comezón. Quemaron redes, báculos, sus rayas blancas y negras, sus pesadas condenas, y se atrevieron a contar su verdadera historia. Al sentirse más ligeros caminaron gráciles por otros senderos.
De la tierra roja y amarilla brotaron esta vez seres trasnochados que se
perseguían la cola y jugaban a ser gusanos, mientras de sus bocas
escupían fuego que quemaba hasta sus colas. Una y otra vez se iban y
regresaban. Atrapados en la eterna clepsidra
daban vueltas y vueltas y eso los regocijaba. Aturdidos y mareados
aventaron por los aires semillas que salían de sus bocas, de sus colas.
Siendo el año de la serpiente abonaron la tierra con cantos, baile y
sonidos de maltrechos instrumentos. Lograron mirar un poco su luz tibia y
su rostro sucio. Se perdieron por los valles cantando y contando sus
logros y virtudes.
Esta vez la tierra ya rica y nutricia
expulsó de sus entrañas hermosos tullidos con pies y manos, rebeldes
que se revelan de a poco dentro de una caja de zapatos, reaccionarios
que intentan cambiar su mundo vacío, que trasgreden hasta la entraña de
su padre, hasta la memoria de su madre. Rebeldes que han cortado el
cordón umbilical y contentos salen a bufar. Y en el año del caballo
deciden cabalgar sobre los hombros de sus vicios y placeres... ¿Serán
capaces de cabalgar sobre sus más grandes miedos y rencores? ¿serán a
caso la nueva generación de héroes que se siembren a ellos mismos y
renazcan de su historia putrefacta?
Esta historia aún no termina, todo vuelve otra vez a empezar, el eterno retorno retornará y también este instante y yo misma...
Ana-King Skywalker
**La re-Evolución Bufa se gesta en 2011 dentro del Taller de Bufón de la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente (FARO, Ciudad de México) como una inquietud personal de crear un proyecto de
investigación escénica que experimente los alcances del Bufón como herramienta
de transformación del individuo y de su comunidad. Dicho proyecto pretende
crear propuestas escénicas donde los participantes no “actúen” a ser bufones,
si no que se "conviertan" en bufones al entrar en un proceso de transformación personal. Dentro de este proceso los participantes se someten a una confrontación consigo mismos, a un
reconocimiento de sus contradicciones, sus miedos, prejuicios, verdades,
mentiras, lo sagrado, lo profano, sus deseos, anhelos, etc., para lograr la
burla certera de lo que son y convertirse en espejos que reflejen la sociedad
decadente y enferma de la que formamos parte. Este camino
propicia que los participantes liberen todo su potencial creativo, se
reconstruyan así mismos y entren en un proceso de evolución personal, corporal y escénica usando el espíritu del bufón
como herramienta y así construir una postura crítica no sólo ante su realidad
externa, sino ante sí mismos.
El proyecto La
re-Evolución Bufa ha participando de
manera destacada en el XII Festival
Metropolitano de Teatro Universitario de la Universidad Autónoma
Metropolitana Iztapalapa (2012); en el 3er
Festival de Teatro Independiente de la Ciudad de México (2012); en el Segundo Encuentro Universitario de
Teatro de la Universidad Autónoma Chapingo en Octubre de 2012, en la 1ª Feria de arte callejero del Centro Cultural Mexiquense
Bicentenario en enero 2012, en la Universidad Obrera (2013) y en el Centro Cultural Rosario Castellanos en Comitán Chiapas (2014).